La producción mundial de aceite de oliva se encuentra en el nivel más bajo de los últimos 10 años, debido sobre todo a las malas cosechas en las principales zonas de cultivo a causa de la crisis climática y las condiciones meteorológicas adversas. A pesar de una ligera mejora, la producción sigue sin acercarse a los niveles de hace unos años. Los consumidores se inclinan cada vez más por este producto como parte de una dieta sana. Sin embargo, esto puede significar que en los próximos años tengan que gastar más dinero.
El precio del “oro líquido” bate récords
Según el Consejo Oleícola Internacional, se espera que la producción mundial de aceite de oliva en la temporada de cosecha 2023/24 alcance los 2,49 millones de toneladas, pero esta cifra sigue estando muy por debajo de la media de los últimos 10 años, que se sitúa en torno a los 3 millones de toneladas.[1] Desde su desplome de precios durante la pandemia de COVID-19 en 2020 debido a la baja demanda,[2] el precio global del aceite de oliva se ha multiplicado casi por siete. En enero de este año, alcanzó un máximo histórico de 10 281 dólares por tonelada métrica según el índice de precios de materias primas del Fondo Monetario Internacional. Actualmente se encuentra justo por debajo de los diez mil dólares.* Las malas condiciones meteorológicas y el cambio climático siguen causando complicaciones a los agricultores y los expertos prevén nuevas subidas de los precios de este producto básico.[3]

Precio mundial del aceite de oliva en USD por tonelada métrica durante un período de 5 años (Fuente: fred.stlouisfed.org)*
Aceite de oliva también es más caro en la UE
Según datos de Eurostat, los precios al consumo del aceite de oliva en la UE eran un 50 % más altos en enero de 2024 que un año antes. Los precios empezaron a subir bruscamente en agosto de 2023, cuando aumentaron interanualmente hasta un 37 %, y esta tendencia continuó en los meses siguientes. El mayor incremento de precios se registró en Portugal, donde el precio del aceite de oliva en los estantes aumentó un 69 % en comparación con enero de 2023, seguido de cerca por Grecia, con un aumento de un 67 %, y España, donde el aceite de oliva subió un 63 %, completando los tres primeros puestos. Por el contrario, Rumanía, Irlanda y los Países Bajos solo registraron ligeros aumentos de precios, con subidas de un 13 %, un 16 % y un 18 %, respectivamente.[1]*
Condiciones meteorológicas malas en España
España, que representa más del 40 % de la producción mundial de aceite de oliva, se ha visto afectada en los últimos años por recurrentes olas de calor que han repercutido notablemente en el declive de la producción. La compañía española Deoleo, que es el mayor productor mundial de aceite de oliva, afirma que el sector se encuentra actualmente en una de las situaciones más difíciles de su historia y que son necesarios cambios significativos. El productor es partidario de prácticas de agricultura sostenible y cree que hay que tomar medidas para mitigar el impacto del tiempo y el clima en los olivos. Deoleo también añade que la situación actual puede ser cíclica y que espera volver a los precios más bajos originales una vez que la cosecha se estabilice, pero mantiene la cautela sobre las perspectivas de precios debido a la continua incertidumbre.[2][1] Se espera que España produzca 845 000 toneladas este año, lo que representaría un aumento de la producción de un 27 % con respecto al año pasado, pero sigue estando un 33 % por debajo del promedio de los últimos 10 años.[3]
Cambio climático amenaza cultivos en toda la UE
En Europa, las temperaturas están subiendo y el tiempo está cambiando, lo que tiene graves consecuencias para el cultivo del olivo y la producción de aceite de oliva. La subida de las temperaturas durante los meses de invierno amenaza el crecimiento y la floración de los olivos y provoca un descenso significativo de las cosechas. Estos cambios están repercutiendo negativamente no solo en los medios de subsistencia de las personas que dependen del sector, sino también en los consumidores, que se enfrentan a subidas drásticas de los precios. Varios países y organizaciones intentan tomar medidas de apoyo al sector olivarero. En la región mediterránea, donde el aceite de oliva es un producto clave, crece el debate sobre cómo garantizar la sostenibilidad de su producción.[4]
Conclusión
El aceite de oliva es algo más que un producto culinario: es símbolo de un estilo de vida saludable. Sin embargo, la subida de precios y los cambios climáticos amenazan este tesoro. A pesar de un ligero descenso de los precios en 2024, la demanda de aceite de oliva está aumentando, lo que sugiere que los consumidores también se enfrentarán a nuevas subidas de precios. El cambio climático supone una grave amenaza para las cosechas de aceitunas y la producción de aceite, lo que repercute negativamente en millones de personas y en la economía.
Adam Austera, analista principal de Ozios
* Rendimiento pasado no es garantía de resultados futuros.
[1] Las declaraciones prospectivas están basadas en las suposiciones y las expectaciones actuales que pueden ser inexactas o relacionadas con el ámbito económico actual que puede cambiar. Estas declaraciones no son garantía de rendimiento futuro. Están sujetas a riesgos y varias incertidumbres que no son predecibles. Los resultados pueden diferir considerablemente de lo declarado o implicado en cualquiera declaración prospectiva.
[1] https://ec.europa.eu/eurostat/web/products-eurostat-news/w/ddn-20240227-1
[2] https://www.cnbc.com/2024/05/02/spains-deoleo-says-olive-oil-sector-faces-one-of-its-toughest-moments.html?&qsearchterm=olive %20oil
[3] https://www.oliveoiltimes.com/world/global-production-may-exceed-expectations-but-not-enough-to-move-prices/130498
[4] https://www.theparliamentmagazine.eu/news/article/olive-oil-climate-change-crisis
[1] https://www.oliveoiltimes.com/world/global-production-may-exceed-expectations-but-not-enough-to-move-prices/130498
[2] https://9oliveres.com/en/blogs/noticias/por-que-sube-el-precio-aceite-de-oliva
[3] https://bmmagazine.co.uk/in-business/olive-oil-prices-soar-amidst-global-production-decline/