La compañía estadounidense Intel ha dado otro paso significativo en su viaje estratégico para dar un giro a su negocio. El recién nombrado consejero delegado no está perdiendo el tiempo: apenas unos meses después de asumir el cargo, está avanzando en la venta anticipada de una participación en la unidad de chips Altera. El objetivo es volver a centrarse en partes más críticas del negocio y en las necesidades de los clientes. Aunque esto podría aportar un efectivo muy necesario, la empresa aún se enfrenta a otros retos, como la actual guerra comercial entre las mayores economías del mundo.
Cambio en la cartera de Intel
Una participación mayoritaria del 51% en Altera, especializada en chips programables, se venderá a la firma de inversión Silver Lake por más de 4.400 millones de dólares. Se espera que la operación se cierre en el segundo semestre de este año. Intel conservará una participación del 49% y recibirá más de 3.000 millones de dólares en efectivo por la operación. El rendimiento financiero es significativamente inferior a los casi 17.000 millones de dólares que Intel pagó originalmente por Altera hace una década. El fabricante estadounidense ya llevaba planeando este movimiento desde el año pasado, cuando empresas como Lattice Semiconductor manifestaron su interés. Al final, Silver Lake ha resultado ganadora. La firma ya cuenta en su cartera con varios nombres de alto perfil[1], entre ellos el gigante de los semiconductores Broadcom, Dell y Airbnb. Según Kenneth Kao, presidente de Silver Lake, la adquisición representa una oportunidad única en una generación. Bloomberg informa de que Altera se centrará ahora en los mercados emergentes de IA, como la computación de borde y la robótica.[2]
Cambio de rumbo bajo la dirección de Tan
Se trata de un importante movimiento estratégico del consejero delegado Lip-Bu Tan, quien, según Bloomberg, anunció planes para desprenderse de activos no esenciales y centrarse en áreas clave del negocio, como el desarrollo de nuevos productos como los chips Panther Lake y la adaptación a las demandas de los clientes. Altera, cuyos ingresos el año pasado ascendieron a 1.540 millones de dólares, apenas el 3% de los ingresos totales de Intel, tampoco fue rentable, registrando unas pérdidas operativas de 615 millones de dólares. Tan, que asumió el cargo de Consejero Delegado de Intel a mediados de marzo, tiene como objetivo restaurar el estatus de la empresa como uno de los principales actores de la industria tecnológica. Su visión ha obtenido el apoyo del mercado, aunque algunos analistas, según Reuters, creen que dada la caída del mercado, el momento de la venta de Altera puede no haber sido el ideal.[3]
Disminución de ingresos y rendimiento de las acciones
Las prolongadas luchas de Intel son evidentes en sus resultados financieros, que han mostrado una tendencia a la baja desde 2021. El año pasado, la compañía registró unos ingresos en todo el año de 53.100 millones de dólares con unas pérdidas operativas de casi 19.000 millones. Sobre una base trimestral, los ingresos en el cuarto trimestre de 2024 alcanzaron los 14.300 millones de dólares, marcando un descenso interanual del 7%, acompañado de una pérdida de explotación de 126 millones de dólares. En enero, la empresa proyectó una nueva caída de los ingresos para el segundo trimestre, estimando entre 11.700 y 12.700 millones de dólares.[1] [4]
Esta situación desfavorable a largo plazo también se ha reflejado en la evolución de las acciones de Intel en el Nasdaq. A 15 de abril de 2025, el precio de la acción se situaba en 20,31 dólares, un nivel que se vio por última vez en 2012. Aunque la acción experimentó un impulso a corto plazo a mediados de febrero y marzo, su valor ha caído un 40% en el último año y hasta un 67% en los últimos cinco años.*
La evolución de las acciones de Intel en los últimos 5 años (Fuente: Investing.com)*
Atrapada entre dos superpotencias
Al igual que el resto del mundo tecnológico, Intel también se enfrenta a desafíos debido a la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Además de la decisión de Donald Trump de elevar los aranceles a las importaciones chinas a EEUU en un 145%, es probable que los aranceles a los semiconductores también sean una realidad en breve. La situación se recrudece desde el lado de Pekín, que, según Al-Jazeera, "luchará hasta el final", habiendo elevado sus propios aranceles recíprocos a los productos estadounidenses hasta el 125%.[5] La cuestión en este caso es una norma de la Asociación de la Industria de Semiconductores de China, que podría eximir a las empresas de los aranceles dependiendo de dónde se fabriquen sus productos. Por ejemplo, los chips de AMD los fabrica la taiwanesa TSMC, por lo que estarían exentos de aranceles, mientras que Intel, Texas Instruments y otras tienen plantas de fabricación en EE UU.[6]
Contexto inversor del CEO
En el clima actual, los vínculos del CEO de Intel, Lip-Bu Tan, con empresas chinas están levantando algunas cejas. Además de poseer posiciones de control en más de 40 empresas y fondos, ha respaldado, a través de sus propios vehículos de inversión, a cientos de empresas, algunas de las cuales tienen vínculos con el gobierno y el ejército chinos. Según Reuters, Tan se ha desprendido de varias participaciones, aunque sin dar detalles concretos. Intel se ha mantenido al margen de la situación. Un portavoz de la empresa declaró a la agencia que Tan ha realizado todas las declaraciones necesarias sobre posibles conflictos de intereses, y que cualquier problema se está abordando de acuerdo con la normativa de la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC). Esta revelación ha dividido la opinión del mercado. Algunos sostienen que las conexiones de Tan podrían beneficiar en última instancia a Intel, otros se muestran más escépticos, criticando la óptica de tales vínculos. Desde el punto de vista legal, los ciudadanos estadounidenses no tienen prohibido invertir en empresas chinas -incluso las que tienen vínculos con el ejército- a menos que figuren en la lista del Complejo Militar-Industrial del Departamento del Tesoro.[7]
Conclusión
La venta de una participación mayoritaria en Altera es sólo uno de los primeros pasos de Tan, y su plan para reenfocar Intel en áreas estratégicas clave llega en un momento crucial, especialmente mientras la compañía sortea importantes desafíos. La cuestión sigue siendo si Intel puede afrontar con éxito no sólo los obstáculos tecnológicos, sino también las crecientes presiones geopolíticas. El futuro de la empresa dependerá en gran medida de la eficacia con que gestione esta transformación y se adapte a un panorama tecnológico y político en rápida evolución. Para los inversores que creen en el crecimiento a largo plazo de Intel, la baja valoración actual puede suponer un atractivo punto de entrada.
* La rentabilidad pasada no es indicativa de resultados futuros.
[1] Las declaraciones prospectivas se basan en suposiciones y expectativas actuales, que pueden resultar inexactas o cambiar con la evolución de las condiciones económicas. Estas afirmaciones no son garantía de resultados futuros e implican riesgos e incertidumbres difíciles de predecir. Los resultados reales pueden diferir materialmente de los expresados o implícitos.
[1] https://www.silverlake.com/portfolio/
[2] https://finance.yahoo.com/news/intel-close-unveiling-deal-sell-093744729.html
[3] https://www.investing.com/news/stock-market-news/intel-to-sell-51-stake-in-altera-to-silver-lake-3983582
[4] https://d1io3yog0oux5.cloudfront.net/_97c66ab89568cae91707ee257a2e743f/intel/db/887/9101/earnings_release/Q4%2724_EarningsRelease+%282%29.pdf
[5] https://www.aljazeera.com/economy/2025/4/15/trump-moves-to-put-tariffs-on-chips-and-drugs-floats-pause-on-auto-duties
[6] https://www.investing.com/news/stock-market-news/us-semiconductor-manufacturer-stocks-fall-on-china-tariff-concerns-93CH-3981494
[7] https://www.investing.com/news/stock-market-news/intel-ceo-invested-in-hundreds-of-chinese-companies-some-with-military-ties-3978618