El fabricante de automóviles estadounidense Ford Motors ha decidido prestar un importante apoyo a su filial Ford-Werke, que se encuentra en dificultades y que actualmente arrastra una deuda multimillonaria. Se espera que la ayuda financiera no sólo reduzca gran parte de la deuda, sino que también contribuya a reactivar sus operaciones en Alemania. La situación sigue siendo difícil para varios fabricantes de automóviles, ya que Europa se enfrenta no sólo a obstáculos económicos, sino también normativos y competitivos.
Acerca de la empresa
Ford Motor Company fue fundada en 1903 por Henry Ford, quien transformó significativamente la industria del automóvil al introducir la producción en serie de automóviles. La empresa tiene su sede en Detroit, Michigan. Ford ofrece una amplia gama de vehículos, incluidos coches de combustión interna y diésel, híbridos y SUV, furgonetas y camiones totalmente eléctricos. Entre sus modelos destacan el Edge, el Escape, el Ranger y el icónico deportivo Mustang. Además de la marca Ford, la empresa también es propietaria de Lincoln, especializada en todoterrenos de lujo. Uno de los servicios financieros de Ford es Ford Credit, mientras que FordLab se centra en el desarrollo de productos y software. Según Investopedia.com, Ford es el quinto mayor fabricante de automóviles del mundo según sus ingresos de 12 meses en febrero de 2025.[1] La empresa cuenta con instalaciones de fabricación y venta en todo el mundo, incluidos Brasil, República Checa, Alemania, Reino Unido y Japón.
Inyección financiera
El fabricante de automóviles estadounidense tiene previsto destinar cerca de 5.000 millones de euros a su filial alemana, Ford-Werke, en los próximos cuatro años. Se espera que la mayor parte de esta inyección financiera, 4.400 millones de euros (4.760 millones de dólares), se destine a reducir la abultada deuda de la filial alemana, que, según Reuters, asciende a unos 5.800 millones de euros.[2] Ford-Werke ya está trabajando para reducir esta cifra mediante medidas de recorte de costes, mientras que los 500 millones de euros (545 millones de dólares) adicionales de la última financiación se destinarán a restablecer la rentabilidad y reforzar la posición de la empresa en el mercado. Según Investing, el Consejero Delegado de Ford-Werke, Marcus Wassenberg, reconoce que el camino hacia la recuperación puede acarrear nuevas pérdidas. Sin embargo, apoya plenamente la decisión de la empresa matriz y cree que su ayuda se prolongará más allá de los cuatro años previstos. Este movimiento estratégico sustituye a un acuerdo anterior que, desde 2006, obligaba a Ford a cubrir todas las pérdidas sufridas por su filial. Aunque el objetivo de esta inversión es transformar y revitalizar el negocio europeo de Ford, el mayor sindicato metalúrgico de Alemania, IG Metall, ha advertido, según Reuters, de que si las condiciones de la empresa no mejoran y Ford no puede seguir prestando apoyo financiero, Ford-Werke se enfrentará a la insolvencia.[3]
Un problema europeo
La crisis a la que se enfrenta el fabricante alemán no es nada inusual. Todo el sector de la automoción en Europa se enfrenta a desafíos. Los altos costes de fabricación, combinados con los vientos en contra de la economía, están haciendo subir los precios, lo que a su vez afecta a la demanda de los consumidores, especialmente ante la creciente competencia de Asia. Según datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), en enero de 2025 se registró en Europa un descenso del 2,6% en el número de vehículos nuevos matriculados. Francia lideró la caída con más del 6%, seguida de Italia, mientras que la mayor economía de la eurozona, Alemania, registró un descenso del 2,8%.[4] Aunque el aumento interanual fue positivo, aún se situó por debajo del 1%.[5] A la difícil situación que atraviesa el continente se suman las estrictas normativas sobre emisiones de la UE y los aranceles impuestos por la administración estadounidense. Varios fabricantes de automóviles -entre ellos Nissan, Stellantis y Volkswagen- han recurrido a medidas de reducción de costes, despidos o cambios en los planes de producción. La propia Ford anunció en otoño de 2024 que despediría a unos 4.000 empleados de aquí a 2027, principalmente en Alemania y Reino Unido, lo que representa el 14% de su plantilla europea.[6]Según informa Reuters, el vicepresidente de Ford, John Lawler, ha pedido a los legisladores europeos que introduzcan normativas más claras que reflejen la demanda real del mercado en un esfuerzo por mejorar la situación.[7]
Expectativas superadas en Wall Street
La empresa matriz, la estadounidense Ford, también se enfrenta a un desafiante 2025. En su informe de resultados del cuarto trimestre de 2024, publicado el 5 de febrero de 2025, la empresa advirtió de que los factores del mercado, los precios más bajos y la debilidad de la venta al por mayor podrían afectar a su negocio. Ford aún no ha tenido en cuenta los aranceles de Trump en sus perspectivas, ya que planea evaluar su impacto en las operaciones en una etapa posterior. En el informe oficial de resultados, el presidente de Ford, Jim Farley, afirmó que, a pesar de los desafíos, el fabricante de automóviles cuenta con una amplia gama de productos y espera lograr avances significativos en las mejoras de calidad y costes. Además, la Directora Financiera, Sherry House, subrayó que Ford está en vías de lograr un mayor crecimiento, mejores márgenes y una mayor resistencia. Durante el trimestre, los ingresos de Ford alcanzaron la cifra récord de 48.200 millones de dólares, lo que supone un incremento interanual del 5%, mientras que los ingresos de todo el año 2024 alcanzaron los 185.000 millones de dólares. La división de automoción, que incluye Blue, Pro y la gama eléctrica Model e, generó unos ingresos de casi 50.000 millones de dólares, superando la estimación de LSEG de 43.020 millones de dólares. Mientras que los modelos Blue y Pro siguieron siendo rentables, la división Model e registró una pérdida de 1.390 millones de dólares en el cuarto trimestre de 2024, lo que eleva la pérdida anual total a más de 5.000 millones de dólares. El beneficio por acción (BPA) también superó las expectativas, situándose en 0,33 dólares.* Ford registró un beneficio neto trimestral de 1.800 millones de dólares, una fuerte mejora en comparación con la pérdida de 526 millones de dólares del cuarto trimestre de 2023.[8] [9]

Evolución del precio de las acciones de Ford Motor Company en los últimos 5 años (Fuente: Investing.com)*
Conclusión
La inyección financiera en la división alemana podría ser un paso crucial hacia su estabilización, pero también pone de manifiesto retos más profundos y a más largo plazo en el sector automovilístico europeo. La cuestión sigue siendo si este apoyo será suficiente o si se cumplirán las expectativas del consejero delegado de Ford-Werke de recibir asistencia más allá de cuatro años, o si se materializarán los peores escenarios. En particular, la postura de la Unión Europea a la hora de abordar estas cuestiones será clave para dar forma a la industria automovilística europea en general en los próximos años.
* Los resultados pasados no garantizan los resultados futuros.